martes, 4 de julio de 2017

Critica exposición “Retratos de la memoria”

En el Museo  Nacional de Bellas Artes hay una exposición que celebra el Día del Patrimonio Cultural. La institución pidió que mediante correo electrónico la gente le enviara fotografías que hayan sido capturadas entre 1890 y 1990 y que estuviesen relacionadas con el tema “Hogar y momentos cotidianos”. Este tema se subdivide en otros 6 ejes temáticos que son “Nuestro día a día”, “¿Juntémonos?”, “Te quiero todo esto...”, “¡Qué bien lo pasamos!”, “Tiempo para mi” y “¿Quién me ayuda?”.
Como eran fotos tomadas por personas en su cotidianeidad, las imágenes no poseían mucho sentido artístico, por ende la obra no posee una  técnica muy aplaudible. No obstante hubo imágenes, no muchas, donde se puede apreciar buena profundidad alta. Las fotos con paisaje de fondo destacaron.
En cuanto a la luz, había fotos que sobresalían por su gran control de luz. Me refiero a que a pesar haber usado una cámara antigua, no había mucha parte de la imagen que estuviera sobreexpuesta, incluso en la mayoría de ellas el balance de blancos era casi perfecto.

Respecto al tema “Hogar y momentos cotidianos” creo que, a pesar de la inmensa cantidad de imágenes, hay una buena parte de momentos cotidianos que se dejaron de lado. Incluso me atrevería a decir que el nombre de la exposición es un tanto idealista. Los subtemas de la exposición dan cuenta, sin siquiera mirar las imágenes, que de entrada se está apelando a generar un sentimiento de nostalgia en el consumidor de la imágenes. Las fotos hablan de amor, respeto y unión, conceptos muy arraigados en la institución familiar, sin embargo dejan de lado muchos otros sentimientos que también fueron y son parte de la cotidianeidad de la población chilena. En el día a día hay problemas, sufrimientos, dramas, que se presentan (quizás) en menor cantidad que los momentos más alegres, no obstante existen y son parte del vivir de cualquier persona. Creo que la exposición quedó al debe en ese sentido, le faltó mostrar esos momentos cotidianos. 
Esta fotografía se desmarca de las demas. Más allá de que el balance de blancos no sea el mejor para lograr un retrato, quien sacó la foto capturó el drama que en el resto de fotos se había dejado de lado, como ya he dicho anteriormente. La descripción de la fotografía dice “mi madre embarazada, a días que yo naciera, regando nuestro jardín y mi hermana mayor jugando” En el rostro de la mujer se puede apreciar drama, concentración. Cuando uno riega el pasto, por lo general, termina aclarando ideas en su cabeza, su mirada lo dice todo, está tratando de resolver algo. A diferencia del resto de fotos donde al parecer ya todo está resuelto.

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